Entre espinas yo nací
entre la tierra del campo
entre los cerros montosos
pedreguientos y espinosos.
Si de espinas voy a hablar
hablemos del alicoche
pues él nos deja la pitaya
¡a que fruto tan sabroso!
Tan rico y tan jugoso
que el que la come una vez
la quiere seguir comiendo
y aunque se espine la mano
él quiere seguir comiendo.
Hablemos de más espinas
ay tenemos al nopal¡
¡a que buenas tunas da!
amarillas, blancas y rojas
todas ellas bien sabrosas.
Pero sigamos hablando del nopalito
que tiene también sustancias
sabrosas y muy nutritivas
y además medicinal
y que a pesar de sus espinas
a todos nos quita el hambre
y ademas la enfermedad.
Escrito por Doña Pilar del Ej. Boquillas del Refugio
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