Cuento de una escritora comunitaria de Parras, Coah.
No sé como empezar a escribir esto que me paso a mi, todo empezó en junio de 1981. Al morir mi padre, la familia se desintegró. A los seis meses mi mamá ya no podía mantenernos en el ejido, ya que él, mi papá, no nos dejó ningún patrimonio, ya que él todo el tiempo vivió con sus papás, mis abuelos paternos, que no nos dieron nada.
Mi Mamá desesperada decidió irse a parras, llevándose a los tres más chicos y dejando a los tres más grandes en el ejido, yo, la mayor ya había terminado la secundaria y empecé a trabajar.
En Parras, yo tenía un novio y él decía que me quería mucho y que quería casarse conmigo, al morir mi papá le dije que me esperara un año, en lo que estuvo de acuerdo, pero cuando se enteró que mi mamá vivía en Parras y con hombre, se molestó bastante y me dijo que, yo guardando luto y mi mamá no. Le dije que éramos diferentes y él contesto que éramos iguales...en ese momento yo ya no quería ser su novia...
Pasaron como diez días y me lo encontré en Parras, algo tomado y empezamos a discutir, no llegamos a ningún acuerdo, empezó a maltratarme, jalándome del pelo, haciéndome caminar y que si yo pedía ayuda me iba a arrepentir, al verlo tan enojado si lo creí capaz de hacerme algo peor.
Así me hizo caminar rumbo a su casa, al sentirme perdida le dije que estaba de acuerdo y que me casaba con él al otro día, eso lo alegró bastante que me soltó y me dijo pídeme lo que quieras y te lo concedo. Me mostré contenta y le pedí un chocolate "Carlos V" y que va a comprarlo...fue cuando aproveche y corri y me subí a un taxi y le dije al taxista déle rápido...no pudo alcanzarme.
Escrito de Martha Canizales, Ejido San Isidro, Parras, Coahuila